Aunque en épocas anteriores la lectura solo era un lujo para los acaudalados, con el pasar del tiempo ahora es un derecho de todos y por tanto para alcanzar un buen nivel de lectura y una mejor compresión de la misma.
Antes de partir, lo primero que debes tener son las ganas de interiorizarte en el tema que leas como a su vez una actitud crítica sobre el documento con el único fin de poder aprender y desarrollar tu imaginación. Por tanto, es importante desarrollar este hábito de lectura a lo largo de nuestras vidas.
Puntos a considerar para mejorar nuestra lectura:
Tener una actitud positiva frente al texto.
Interiorizarse en el libro, partiendo por leer su portada, contraportada, títulos y cada parte del texto.
De acuerdo al punto anterior, ¿qué esperas aprender de libro y cuáles son tus objetivos?
Subrayar los puntos más importantes y notas al margen de texto, esto te ayudará a resolver dudas y porque no tomar notas en un cuaderno para luego comentar el libro con algún amigo.
Siempre busca un lugar tranquilo para leer y una hora adecuada para hacerlo.
Todos los textos son distintos, por ende cada libro deberá leerse de acuerdo a su temática.
Recuerda siempre tomar un descanso cada 30 minutos de lectura, sea mirando a la distancia, realizar algunos ejercicios como parpadear repetidamente, mover tus ojos de un extremo a otro y mantener cerrados tus ojos por algunos segundos.
Finalmente, cuando leas nunca vuelvas atrás, nunca realices tu lectura con algún objeto que te guíe debido a que restas velocidad en la lectura y pierdas en el interés en ella.